Prólogo
El desarrollo del mercado de valores gubernamentales en México en los últimos 15 años ha sido muy importante. Muchos de ustedes recordarán que hasta finales del milenio pasado el título a tasa nominal fija de más largo plazo era el cete de un año, y el valor gubernamental de mayor plazo no superaba los siete años. En contraste, el Gobierno Federal cuenta hoy en día con una curva de rendimiento nominal y real a plazo de hasta 30 años, con un mercado secundario líquido y profundo en todos sus plazos y con una amplia participación de diversos inversionistas institucionales nacionales y extranjeros. Contar con un mercado de deuda maduro brinda más alternativas de financiamiento tanto para el gobierno como para el sector privado, reflejadas en mayores plazos y menores costos de financiamiento. Al mismo tiempo, los inversionistas nacionales y extranjeros también se ven beneficiados al contar con más alternativas para invertir sus recursos en función de su particular perfil de inversión.
No cabe duda que todos estos logros son resultado del esfuerzo conjunto y coordinado de muchos actores quienes, frente a un proceso altamente dinámico, han perseverado en dar continuidad a la estabilidad macroeconómica y financiera de nuestro país, base de la credibilidad del Gobierno Federal como emisor de deuda. Lo anterior, sustentado en la persistencia de políticas fiscales y monetarias responsables, así como de marcos legales, impositivos y regulatorios adecuados han llevado al mercado de valores gubernamentales mexicano al nivel de desarrollo donde actualmente se encuentra.
Para el Banco de México, contar con un mercado de valores gubernamentales líquido y profundo es fundamental para la consecución de sus objetivos y funciones. Por un lado, el mercado de deuda representa uno de los canales de transmisión de la política monetaria más inmediatos e importantes, y de hecho el Banco opera directamente en él al celebrar sus operaciones de mercado abierto. Por otro lado, el Banco de México funge, por Ley, como agente financiero del Gobierno Federal en la colocación de su deuda en los mercados locales, con lo cual el desarrollo de este mercado se vuelve un tema prioritario para este banco central. Por consiguiente, el rol que el Banco de México ha jugado en el desarrollo de este mercado no sólo ha sido a través de la conducción de una política monetaria responsable que ha permitido disminuir la inflación a niveles por debajo del cuatro por ciento, contribuyendo con ello a un entorno macroeconómico mucho más adecuado para el desarrollo de estos mercados, sino también a través de la provisión de una infraestructura y regulación adecuada para su desarrollo. Al respecto destacan, por ejemplo, los distintos sistemas que este Instituto Central ha tenido que desarrollar para la colocación primaria de los valores, la transparencia de las subastas, nuestra participación en la figura de los Formadores de Mercado, la regulación emitida por este Instituto Central para operar estos valores, incluido el préstamo de valores, los reportos y los derivados, y los mecanismos y la infraestructura para su liquidación (en conjunto con el INDEVAL).
El objetivo de este proyecto es ofrecer un documento a estudiantes, académicos e inversionistas locales y extranjeros que permita conocer el nivel de desarrollo y las características más importantes del mercado de valores gubernamentales en México, que incluya desde la descripción de los instrumentos que el Gobierno Federal actualmente emite, hasta los rasgos más importantes de su mercado primario y secundario, la regulación más relevante y su forma de liquidación.
En lo personal, como testigo de este proceso, estoy seguro que este manual será de gran utilidad.
Javier Duclaud
(1963 - 2014)